Junio 23, 2024 – Hernan Gonzalez

Dentro del mundo bíblico encontramos diversas teologías y doctrinas con las
que tanto eruditos como académicos sostienen posturas e interpretaciones a la
luz de ciertos pasajes de las Escrituras. Estas interpretaciones ayudan a los creyentes
para tener una mayor compresión de lo que los autores originales dejaron por
escrito para su audiencia a quien fue dirigida principalmente y para la iglesia
del hoy. Dentro de la teología sistemática, la escatología es una rama de
estudio, que nos ayuda para la interpretación de los acontecimientos que están relacionados
con el fin de los tiempos. El término escaton hace referencia a las
últimas cosas, los tiempos finales de acuerdo a la revelación bíblica. Esta
disciplina ha sido importante en el proceso del pensamiento cristiano como
cosmovisión y de igual manera ha sido útil para toda la interpretación
apocalíptica de la Biblia. Algunos pasajes escatológicos encontrados en las cartas paulinas a los
Tesalonicenses tienen varias conexiones con el libro de Apocalipsis de Juan y están directamente conectadas con la segunda venida de Cristo.
Escatología
Paulina

La teología paulina es arduamente estudiada y analizada entre los académicos
por su riqueza y su profundidad teológica y escatológica. Esta revelación es
tomada como referencia para armonizar todo el mensaje profético encontrados a
lo largo de las Sagradas Escrituras, y que tiene su culminación en el
establecimiento del reino eterno de Dios. En su primera carta a los
Tesalonicenses, el apóstol aborda el tema de la segunda venida de Cristo a la
luz del problema del mal entendimiento de este hecho por parte de los creyentes
tesalonicenses. Lo que esta revelación de Pablo había producido en ellos era un
mal entendimiento de la relación entre la resurrección y los santos que
estarían dormidos en Cristo hasta el traslado.
Enfatizando la parousia, Pablo da detalles de cómo será este evento de
la manifestación gloriosa del Señor en su segundo advenimiento. De igual
manera, este tema es tratado en su segunda carta a los Tesalonicense ofreciendo
más detalles de la revelación divina que recibió para anunciarlo a la iglesia.
En la primera carta, Pablo detalla que los muertos en Cristo resucitarán
primero en la parousia del Señor que tienen como señal el sonido de voz
de arcángel y con trompeta de Dios (1 Tes. 4:16), seguido de esto, los vivos
serán arrebatados para reunirse con el Señor en las alturas (v.7). Para la segunda
carta, tocando el mismo tema de la parousia, Pablo describe el apokalupsis
del Señor Jesucristo usando tres frases preposicionales.
En primer lugar, Pablo menciona que el Señor descenderá del cielo (2 Tes. 1: 7a),
seguido por los ángeles de Su poder (v. 7b), y en tercera instancia, Su
aparición gloriosa será en llama de fuego (v. 8), para establecer Su reino
eterno y Su justicia divina tanto en los que creyeron, así como en los que lo
rechazaron.
Escatología
Juanina
Dentro del Apocalipsis de Juan, la naturaleza de este mismo libro nos
arroja más luz en cuanto al retorno de Cristo, así como del establecimiento de
su reino eterno. En los primeros versículos del libro, se nos menciona que la
manifestación será de igual manera en los cielos (Ap. 1:7). Al llegar al capítulo
19, el autor vuelve hacer mención de la parousia de Cristo en Su segunda
venida, en la cual será reconocido como el Rey de Reyes y Señor de Señores y
estableciendo su reino terrenal (Ap.19:11-20:4). Estos detalles permiten tener
un panorama más amplio con relación a la parousia del Señor Jesucristo.
Este segundo advenimiento es la fe y la esperanza que abrazan todos aquellos
que han creído en el evangelio y hoy esperan la promesa.
Conexiones Escatológicas

En un análisis detallado de la escatología paulina y del libro de
Apocalipsis, encontramos varias conexiones en relación a la
parousia de
Cristo en Su segundo advenimiento. En primer lugar, tanto en Tesalonicenses
como en Apocalipsis, se deja por sentado que en la manifestación de la segunda
Venida de Cristo tendrá Su parousia en los cielos, mismo hecho que es
mencionado por Mateo en el libro que lleva su nombre (Mt. 24:30). Por una
parte, en 1 Tesalonicenses Pablo hace énfasis en que la segunda venida de
Cristo será visible por los cristianos que estén vivos (1 Tes. 4:17),
juntamente con la resurrección de aquellos que también creyeron en Él en vida
(1 Tes.16). mientras que en la segunda carta a la iglesia de Tesalónica, Pablo enfatiza
que esta manifestación tendrá como fin traer juicio contra todos aquellos que
no conocieron a Dios ni fueron obedientes al mensaje del evangelio de Cristo (2
Tes. 1:8). El Señor Jesucristo será glorificado y exaltado en el
establecimiento de Su reino eterno y de Su justicia. De igual manera, en el
Apocalipsis de Juan, se hace mención de que la segunda venida de Cristo será
visible a todo el mundo incluyendo a los incrédulos.
Por ello, explícitamente, la parousia de Cristo será un evento universal
en el cual todo ojo lo verá y toda boca confesará que Él es el Rey de Gloria. Otro
dato interesante que Pablo menciona y que se hace referencia al libro de Apocalipsis
tiene que ver con el juicio divino que Cristo traerá en la manifestación de Su
segundo advenimiento. Cuando vuelva, destruirá a los ejércitos de Armagedón que
se habrán reunido contra Él (Ap. 16:12-16; 19:19-21).
Este juicio claramente es descrito por Pablo en su segunda carta a Tesalónica
(2. Tes. 1:8-9). A la luz de estos pasajes encontramos que en la segunda venida
de Cristo vendrá en poder a dar justicia a los incrédulos y gloria a los
creyentes.

Las Sagradas Escrituras nos hablan sobre un arrebatamiento en el cual todos
los creyentes en Cristo y los muertos en Cristo serán transformados para ser
glorificados y llevados en gloria. La postura más popular sugiere que el rapto
sucederá antes de que Jesucristo retorne para gobernar y establecer Su reino
eterno, y antes de todas las catástrofes que acontecerán alrededor del mundo. A
dicho acontecimiento se le es conocido como la gran tribulación. Algunos
eruditos han sugerido la doctrina del rapto particularmente por lo mencionado
por Pablo en 1 Tesalonicense 4:17. En latín, la palabra arrebatados deriva de
rapturo,
de donde procede el término “rapto” y se refiere al rapto de la iglesia
que se efectuará cuando los cristianos sean arrebatos para recibir al Señor en
las nubes.
De igual manera, muchos comentaristas sitúan el rapto de la iglesia entre los
capítulos 3 y 4 del libro de Apocalipsis, pero como el mismo texto no dice nada
al respecto se puede poner en tela de juicio o ni siquiera es necesario
discutir del tema. La poca
conexión entre lo mencionado en Apocalipsis con 1 Tesalonicenses, hace débil a
esta postura escatológica. En Apocalipsis, Cristo regresa, pero en ninguno de
los pasajes acerca del rapto se enseña que Él va a tocar tierra durante ese
arrebato, sino que los santos se reunirán con Él “en las nubes” (1 Tes. 4:17).
Este detalle es interesante ya que tanto lo mencionado en 2 Tesalonicenses 1:8-9,
juntamente con Apocalipsis 19:11-16, vemos que tanto el arrebatamiento, como Su
segunda venida para traer juicio y gloria a la humanidad ocurren en un mismo
momento que se desencadena progresivamente. Los académicos que no apoyan la
doctrina del rapto, la razón que ofrecen es porque consideran que Cristo no
vendría en una especia de retorno secreto antes de Su segunda venida, ya que
las mismas Escrituras nos dicen que Cristo regresará para juzgar al mundo y
determinar el estado final de las personas. Aún y con todos estos datos, es
difícil asegurar cuando acontecerá el supuesto rapto y de igual manera, la
segunda venida de Cristo, por lo que está a expectativas futuras. En la segunda
carta a los Tesalonicenses Pablo menciona explícitamente el juicio que ha de
ejecutarse en la manifestación gloriosa de la parousia de Jesucristo
sobre incrédulos y aquellos que rechazaron el evangelio.Por su parte en Apocalipsis
20:11-15 cuando se hace mención del juicio ante el trono blanco, debe referirse
a todos los muertos, no tan solo a los creyentes, porque la expresión “la
muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos” ha de referirse a
todas las personas, argumento
que es plausible, ya que tanto en Su segunda venida, el Señor Jesucristo,
juzgará al mundo incrédulo y a los creyentes, a los primeros (incrédulos) para
juicio y condenación eterna y a los segundos (creyentes) para llevarlos en
gloria en el establecimiento de Su reino para la eternidad.
Cómo Ver la Escatología Bíblica en Nuestros Días
A la luz de estos pasajes encontrados tanto en Tesalonicenses como en
Apocalipsis, el mensaje de las Escrituras es el mismo. Cuando nadie lo espere el
cielo se abrirá, y Jesús regresará, la tierra será renovada, cada rodilla se doblará
y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor. En un triste alejamiento de
esta bienaventurada esperanza vemos que la mayoría de los hombres esperan la
muerte más que la venida de nuestro Señor.
Por ello, más que generar polémicas o hacer especulaciones y generar división
entre creyentes, lo que los hagiógrafos bíblicos nos muestran a través de esta
revelación es que la doctrina del regreso de nuestro Señor Jesucristo requiere
un equilibro entre las Escrituras y de la vida cotidiana. Vivir a la luz de
esta realidad en nuestros días nos dará un mayor significado y un mayor propósito
ya que esperando Su venida nos ayudará a vivir más en sintonía con la esperanza
que ahora hay en nosotros.
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