La Importancia de la Apologética para el Ministerio y la Iglesia

Abril 28, 2024 – Hernan Gonzalez

Las Sagradas Escrituras nos exhorta a todos los creyentes a defender nuestra fe mediante la proclamación del evangelio con mansedumbre y reverencia a todos aquellos que buscan respuestas de nuestras creencias (1 Ped.3:15), por lo que el llamado a proclamar y defender la fe cristiana es una tarea de todos. En la antigua Atenas una ἀπολογία (una apología), se refería a realizar una defensa que tenía lugar en el tribunal como parte de un procedimiento judicial. Después de las acusaciones se le permitía al acusado refutar tales acusaciones que se habían hecho contra de él con una defensa, una ἀπολογία (apología). El término griego ἀπολογία, de donde proviene el término apologética, la encontramos alrededor de unas 17 veces a lo largo del Nuevo Testamento. Particularmente 3 versículos (1 P. 3:15; Filipenses 1:7; 1:17) se dirigen particularmente hacia la defensa de la Biblia como de la fe cristiana. La apologética sirve específicamente para mostrar a los incrédulos la verdad de la fe cristiana, para confirmar esa fe a los creyentes, y para revelar y explorar las conexiones entre la doctrina cristiana y otras verdades.[1]
En el mundo moderno de hoy, con los avances en la ciencia juntamente con sus descubrimientos ha llevado a las personas al escepticismo máximo y a la incredulidad en su máxima expresión. Mayormente en las generaciones más jóvenes vemos los efectos que esto ha provocado llevando a ellos a cierto nivel de incredulidad. Los jóvenes que acuden a la universidad en muchas ocasiones acrecientan sus dudas con profesores escépticos que predican su cosmovisión naturalista como genuinas únicas e irrefutables. Bueno, la apologética es una forma de amar y glorificar a Dios con nuestra mente, de poder presentar el evangelio de Jesucristo no como una opción sino como una verdad altamente confiable. Desde luego la apologética no es el evangelio, pero puede preparar el terreno para la predicación del mismo.[2]

El Llamado A Hacer Apologética

Después de ser testigos oculares del ministerio terrenal del Salvador y Mesías Jesucristo, tanto sus discípulos como sus seguidores experimentaron un cambio radical que derrocó a todo un imperio y les dio a conocer una nueva identidad que únicamente se encontraba en Aquel que venció a la muerte y resucitó al tercer día. Esta experiencia no solo los llevó a un entendimiento más profundo de Dios, sino los preparó para afrontar cualquier situación con la certeza de que inclusive aquello que es la muerte, no podría separarlos del amor glorioso de Dios revelado y personificado en Su Hijo. Esta experiencia transformadora les dio a sus discípulos la valentía de anunciar esta Buena Nueva de la esperanza de salvación, con la seguridad y la plenitud de que al final de esta travesía la gloria y la eternidad les esperaba. Defendieron la verdad con todas sus fuerzas y amaron a Dios con toda su mente y con el corazón.

Para la iglesia de hoy, el mensaje es el mismo. La palabra de Dios nos exhorta a proclamar y defender la fe cristiana con el fin de ganar almas para el Señor. La convicción del creyente ante la revelación de Dios debe provocar un despertar en nuestro interior que nos lleve a tener un profundo deseo por conocer toda la verdad del cristianismo para persuadir cosmovisiones erróneas. La Biblia nos llama a ser apologetas, defensores de la fe para anunciar las virtudes de Aquel que nos llamó y nos dio una nueva vida en Su nombre. Por ello, el prepararse para presentar una apología (ἀπολογία) implica conocer a grandes rasgos las verdades del cristianismo y como esto nos permitirá presentar el evangelio de una forma eficaz a todos aquellos que tengan ciertas dudas o sean escépticos en cuando al tema acerca de Dios, de la Biblia y de la persona de Jesucristo. La tarea o la ciencia de la apologética cristiana se ocupa primordialmente de proveer una defensa intelectual de las verdades afirmadas por la fe.[3]

La Necesidad De La Apologética en el Siglo XXI

La apologética en su naturaleza es la alta teología, es la forma en cómo podemos presentar nuestra fe, una defensa de nuestras creencias, para así compartir el mensaje del evangelio de una manera efectiva e impactar a otros para el Señor. Los apologetas elaboran su defensa de la fe cristiana en relación con asuntos científicos, históricos, filosóficos, éticos, religiosos, teológicos y culturales.[4] Particularmente en el siglo XXI, la necesidad de hacer apologética se ha vuelto un desafío y un gran reto para los cristianos y para la iglesia, ya que diversos sistemas de pensamiento, ya sea científicos o filosóficos están afectando no solamente las perspectivas sobre la comunidad eclesial sino también la cosmovisión en general de todos. Ni la religión ni el ateísmo poseen elemento alguno que pueda considerarse una esencia.[5] La esencia de la verdad se encuentra en una única cosa, en Dios, por lo que todo debe llevarnos a Él. La apologética tanto en la iglesia como en la vida del cristiano es necesaria para el evangelismo y la edificación de la iglesia, de manera que, tanto en el estudio como en la práctica, la apologética es una urgencia con la que el creyente deben estar listo para el mundo al que nos enfrentamos.  

5 Razones del Por Qué Debemos Estudiar y Enseñar Apologética

En primer lugar, al hacer apologética glorificamos a Dios, ya que si Dios es el Creador de la verdad cuando defendemos la verdad que Él ha creado lo que hacemos es traerle gloria a Él, por ello, al ser obedientes en el mandamiento de amar al Señor con toda nuestra mente le traemos gloria a Su nombre. En segundo lugar, necesitamos hacer apologética para defender el cristianismo como cosmovisión y como lo único que es completamente verdadero. Nos permite refutar creencia y cosmovisiones erróneas ya sea a nivel filosófico e inclusive científico, dándole lugar a una defensa positiva tanto del cristianismo como de su verdad con la que esta fundado. La apologética nos permite demostrar que el cristianismo es verdadero ya que esta se mantiene en una mayor sintonía con la realidad en la que vivimos. En tercer lugar, al hacer apologética fortalecemos a otros cristianos, no solamente demostrando con pruebas o argumentos su veracidad sino deja por sentado que la fe cristiana no esta basada en mitos o leyendas sino esta basada en evidencias, en verdades que son altamente verificables.
En cuarto lugar, necesitamos hacer apologética porque con el uso correcto de la misma, persuadimos a los no creyentes y hacemos que el cristianismo se vuelva relevante para sus vidas. Cuando persuadimos a un no creyente, no es con el fin de ganar algún debate sino solamente demostrar a nuestros oyentes que el cristianismo es verdadero y persuadirlos a experimentar este cambio de vida al venir a los pies de Cristo. En quinto lugar, al hacer apologética con aquellos que están perdidos y no conocen la buena nueva del evangelio de Cristo, no solo nos permite presentar el plan de salvación y responder a preguntas complicadas, sino también nos da la oportunidad de presentar con nuestras posturas y evidencias que ellos puedan venir a Cristo confiadamente y comenzar una relación genuina con Dios a través de Su Hijo y por la obra del Espíritu Santo ahora en ellos.

La Gran Necesidad de la Apologética en la Iglesia y en los Hogares Cristianos

A decir verdad, el secularismo moderno ha tenido su mayor auge en estos últimos años del presente siglo XXI, pero lo que realmente esto ha hecho en forma negativa, es poner una venda en los ojos de todos aquellos que adoptan este tipo de cosmovisión. Según John C. Lennox “sea la ciencia lo que fuere, lo que esta claro es que es algo ciertamente internacional,[6] de manera que esto afecta a todas las personas alrededor del mundo sin importar su etnia o su tipo de creencia ya sea religiosa o filosófica.
Ante tal hecho el reconocido filósofo y apologeta cristiano William Lane Craig ha mencionado en algunas de sus conferencias que “si los padres no están intelectualmente comprometidos con su fe, y si no tienen argumentos sólidos a favor del teísmo cristiano ni buenas respuestas para las preguntas de sus hijos, estamos en un grave peligro de perder a nuestros jóvenes. Ya no es suficiente con simplemente enseñar a nuestros hijos las historias bíblicas, ellos necesitan doctrina y apologética cristiana”. Tanto como ministros y expositores de la palabra de Dios, así como seguidores de Cristo, la necesidad de hacer y enseñar apologética en nuestras comunidades eclesiásticas, así como en nuestros hogares y con personas con las que convivimos en el área secular debe estar presente en nuestro día a día.

Apologetas Llamados Impactar al Mundo con el Poder del Evangelio

Después de conquistar al pecado y la muerte, Jesús comisionó a sus seguidores con una misión, la gran comisión. Parte del trabajo de la gran comisión es hacer discípulos al predicar el evangelio y bautizándolos en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados y poder experimentar un cambio de vida en el poder santificador del Espíritu Santo. Pero para ello es necesario tener definidas nuestras creencias y doctrinas en torno a Dios, a Jesucristo, a la obra santificadora del Espíritu Santo y a la luz de las Sagradas Escrituras. Llamados a ser defensores, significa que persuadimos, demostramos y guiamos con el propósito de hacer sentir el corazón de Dios a aquellos que aún no lo conocen. De acuerdo con las Escrituras, todos están sin excusa a causa de la revelación general de Dios en el mundo (Rom. 1:20) mayormente ahora en la revelación especial que dio a través de Su Hijo. Los primeros cristianos hicieron apologética para poder salvaguardar sus vidas, lo que para muchos aun y haciendo una apología cristocéntrica no les permitió salvar sus vidas, pero alcanzaron una riqueza en gloria en los cielos con el Salvador.
La convicción de estos primeros cristianos apologetas estaba cimentada en la nueva identidad que Jesús vino a mostrarle al mundo a través de su vida, muerte y resurrección, siendo esta la mayor evidencia, el mejor argumento para la confiabilidad de la fe cristiana y para la existencia de Dios, pero a decir verdad, el cristianismo es verdadero no por evidencias y argumentos sino en la morada y el testimonio del Espíritu Santo en nosotros que nos lleva a toda verdad revelada en Jesucristo. La apologética es un arte y una ciencia que se desarrolla con el tiempo, y será mayormente efectiva experimentándola a la luz del más grande de los mandamientos, amando al Señor en nuestra alma, buscándolo con el corazón, siendo obedientes y fieles a Él con todas nuestras fuerzas, y viviendo Su verdad con toda nuestra mente para tener un impacto eterno.

[1] William Lane Craig, Fe Razonable. Salem, Oregón: Publicaciones Kerigma, 2017. 15

[2] Antonio Cruz, Introducción a la Apologética Cristiana. Barcelona, España: Editorial CLIE, 2021.13

[3] R.C. Sproul, Como Defender Su Fe. Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 2006. 13.

[4] Leticia Calcada, Biblia de Estudio de Apologética. Nashville, Tennessee: Holman Bible Publishers, 2011. XX.

[5] John Gray, Siete Tipos De Ateísmo. Allen Lane, Londres: Editorial Sexto Piso S.A. de C.V., 2019. 10.  

[6] John C. Lennox, ¿Ha Enterrado La Ciencia A Dios? Madrid, España: Ediciones RIALP, S.A., 2019. 53.

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