Tiempos de Confusión: El Gran Problema De La Identidad Humana.

28 Noviembre, 2023 – Hernan Gonzalez

Nos encontramos en un momento crucial como en ningún otro en la historia. Los problemas morales en la sociedad de hoy en día, cada vez son mayores y en mayor proporción. En las últimas décadas hemos sido testigos del descontrol y del nivel de degradación al cual se ha estado dirigiendo la raza humana. Desafortunadamente, como todos sabemos, esta tragedia no es un caso aislado. El caos moral se ha infiltrado en nuestras escuelas, nuestras calles y, en la mayoria de los casos, también en nuestros hogares. De hecho, en las próximas 24 horas en los Estados Unidos, quedarán embarazadas 1000 adolescentes no casadas, 500 adolescentes comenzarán a usar drogas y 6 jóvenes se suicidarán. No en un año, y no es en un mes… ¡Es cada 24 horas en los Estados Unidos![1] Todos estos datos nos dejan ver que hemos perdido nuestro entendimiento básico sobre lo que está bien y lo que está mal, pero sobretodo nos ha alejado por completo de la voluntad y el propósito de Dios, y a la comunidad que mayormente ha afectado es a las generaciones más jóvenes. Con diferentes pensamientos filosóficos y cosmovisiones alejadas totalmente de un fundamento bíblico, ha llevado a las generaciones a un deterioro tan crítico que puede llevar al hombre a su propia extinción. Por difícil que parezca, el problema más grave se centra en ir en contra del diseño original de Dios, el cual es la familia, compuesta por un hombre y una mujer. Tal y como lo predijo el ministro holandés Abraham Kuyper: “El modernismo, que quiere cambiarlo todo y borrar cada diferencia, no cesará hasta que no vea al hombre hecho mujer y a la mujer hecha hombre”.[2] Estos hechos los vemos ante nuestros ojos en la actualidad, los efectos de una humanidad siendo dirigida por su propia perversidad e impulsos. La identidad humana pareciera estar perdiendo sus matices y la realidad de su verdadera naturaleza, pero será solo la verdad de nuestro Creador quien puede darnos nuevamente vida y vida en abundancia a través de Su Hijo para revindicar nuestros pasos en este mundo en nuestro camino a la eternidad.  

Trasfondo

Hace más de cien años, el filósofo alemán Friedrich Nietzsche proclamó audazmente que Dios estaba muerto. Esta frase se convertiría en una especie de himno para los ateos y escépticos de esa época, que predecía que la revolución científica del siglo veinte acabaría por enterrar no solo a Dios, sino a toda la fe religiosa y a toda la moralidad fastidiosa.[3] Por increíble que parezca, el pensamiento y la cosmovisión que surgió en ese momento con aquellas generaciones comenzó a tomar otro rumbo pero sin dirección alguna. Para otros, el problema del conocimiento objetivo de Dios está en otra parte. Desde Ludwig Feuerbach, pasando por Karl Marx y Sigmund Freud, llega a la opinión de que las necesidades subjetivas y psicológicas impulsan nuestro (supuesto) conocimiento de Dios.[4] El filósofo cristiano William Lane Craig opina al respecto que “El hombre moderno pensó que al librarse de Dios se había librado de todo aquello que le reprimía y ahogaba. Sin embargo, descubrió que al matar a Dios, se había dado muerte a sí mismo, porque si no hay Dios la vida del hombre se vuelve absurda”. Esto produjo un efecto que ha llevado a la sociedad y a las generaciones a como se encuentra actualmente, donde cada uno defiende su propia verdad, viviendo de la manera con la cual el individuo se siente confortable, sin importar el daño que pueda provocar a sí mismo y a otras personas. Sin duda, este es el lado oscuro de sus decisiones y de sus pasiones desenfrenadas.

Cuando Freud argumentó en contra de la religión con la postura de que nuestras ideas de Dios son meras ilusiones basadas y causadas por nuestros miedos y la necesidad de una figura paterna, su ataque, aunque arraigado en la psicología involucró la filosofía.[5] Esto llevó a las generaciones a remover a Dios de la ecuación y produjo un gran impacto en la sociedad ya que si Dios no existe por consiguiente los valores morales no existen, cualquiera podría crear su propia cosmovisión, cualquiera podría dar su propia definición entre lo bueno y lo malo, entre lo que es correcto y lo que no lo es, pero al final esto no sería satisfactorio del todo. Si la idea de Dios no es la mejor fuente para la vida del hombre entonces nada de lo que está en sí mismo o en su exterior lo será. Las identidades y las prácticas sexuales y género que no son heterosexuales, han sido criminalizadas y seriamente penalizadas en distintos formatos desde tiempos muy antiguos, pero hoy en día se promueve la normalización y la igualdad para estas personas. ¿Qué es lo que lleva al ser humano a actuar de una forma contraria a su naturaleza? ¿Qué es lo que provoca en una persona el ir con la corriente de este mundo? ¿Cuáles son los factores que pueden llevar a una persona a tener problemas de orientación sexual? La revolución sexual y la falta de moralidad es la causa principal de las aberraciones que se viven hoy en día como sociedad, y esto lo vemos en los actos y los estilos de vida que las personas han adoptado y a su vez exponen a una humanidad que está totalmente divorciada de Dios.

Homosexualismo

Al inicio del movimiento de los derechos de los homosexuales, en 1969, ese estilo de vida se ha debatido y promovido públicamente en casi todos los foros.[6] Para este entonces, toda la comunidad homosexual comenzó a exigir sus derechos y que el ser diferentes, no era una razón por la cual no debían ser tomados en cuenta sino por lo contrario, el ser escuchados y tener la libertad de poder expresar al mundo su inclinación sexual, llevó a toda la sociedad a una transformación cultural. Es evidente que, como resultado a este evento, produjera en las nuevas generaciones que otros movimientos surgieran a raíz de una cosmovisión distorsionada en la sociedad respecto a la sexualidad, pero sobre todo, totalmente diversos del diseño original de Dios. Aunque pareciera que este es un gran problema en la actualidad, en realidad, este es un asunto que viene arrastrando la humanidad desde tiempos remotos.

Por años, personas en el movimiento LGBT, sociólogos, psicologos, políticos y un número de hombres de ciencia han estado interesados en encontrar una causa genética para explicar la homosexualidad.[7] El problema con estas posturas o argumentos con los que han intentado dar una explicación a la homosexualidad, no hay evidencia suficiente para demostrar que se trate de un problema genético o biológico. Todo en el sistema humano, se conduce con una precisión y con una inteligencia tan precisa en la cual no hay ningún problema celular el cual provoque a un hombre a tener un problema de orientación sexual.

Particularmente en la homosexualidad se considera que hay factores fisiológicos, psicológicos y espirituales los cuales provocan este tipo de comportamiento anormal en las personas. En primer lugar, se ha considerado a la estructura cerebral, particularmente en el área mayormente conocida como hipotálamo como el causante de la homosexualidad, y esto es debido al tamaño anatómico. Esta diferencia en la estructura del cerebro, menor al tamaño normal, se ha considerado como una causa que lleve a un individuo a tener una inclinación homosexual. Otra postura, fue realizada como un estudio que serviría como prueba para determinar una causa biológica de la homosexualidad, el cual fue nombrado del estudio del “gen gay”. Pero hasta el día de hoy no se ha encontrado ninguna causa en el área genética que sea la causante de la homosexualidad.

Lo que si se ha descubierto es que ciertos factores externos son los que provocan o son las detonantes que llevan al individuo a tener una inclinación homosexual. Desde la época de Sigmund Freud los consejeros observaron un patrón común en las relaciones familiares de un homosexual: una madre dominante y padre pasivo o ausente. Aunque estos estereotipos tienen excepciones, se repite en la vida de muchos hombres homosexuales.[8] El factor de un hogar disfuncional parece ser una de las principales causas que llevan a una persona a tener problemas con su identidad sexual. Otro factor es la experiencia sexual temprana. Muchos homosexuales tienen antecedentes de haber sido violados o molestados sexualmente, o de haber tenido experiencias sexuales precoces.[9] El abuso sexual, es otro suceso que puede llevar a la persona afectada, a generar otra inclinación respecto a la sexualidad.

Matrimonio Homosexual

Dios creó al ser humano como un género binario: hombre y mujer.[10] El diseño original de Dios para el matrimonio se implementó por tanto entre un hombre una mujer, ya que este mismo cuadro destellaba la gloria de Dios como Creador. Tanto el hombre como la mujer tienen características y cualidades que reflejan a Dios, y el fin de estas dos naturalezas, aunque distintas fisiológicamente, su unión los lleva a ser uno solo. El diseño biológico y genético es el único y el necesario para la procreación. En los varones, la hormona vasopresina se combina con la testosterona para aumentar la agresividad. Este efecto sinérgico tiene también un efecto sobre su sentido de la paternidad, la interacción social y la interacción sexual. Los circuitos masculinos usan más las hormonas testosterona y vasopresina; los circuitos femeninos utilizan más el estrógeno y la oxitocina.[11] La inmensa sabiduría de Dios, la vemos plasmada en los detalles tanto genéticos como fisiologicos, los cuales tenían el propósito de que al unirse el hombre con la mujer y ser juntos una sola carne, el fruto de esa unión, se fundaran pueblos y naciones para poblar la tierra (Gen. 1:28), y a su vez, revelar el amor de Dios por los seres humanos.

Como consecuencia de la caída del hombre y la entrada del pecado al mundo, el diseño original de Dios fue distorsionado y hasta cierto punto alterado por el mismo pecado que comenzó habitar en el interior de la humanidad. El matrimonio homosexual, a la luz de la palabra de Dios, no puede ser aceptable. Una de las principales razones se encuentra en las evidencias tanto científicas como médicas, las cuales demuestran que es solo en una unión heterosexual, que es posible la procreación. Aunque son diversos los factores que llevan a las personas a sentir atracción por alguien del mismo sexo, es sesgo cognitivo puede ser cambiado con la luz del evangelio. Para ello es necesario cambiar la mentira del enemigo por las verdades bíblicas y como humanidad debemos redescubrir el verdadero significado y propósito de nuestras vidas. Somos el resultado de nuestro pasado, pero no tenemos que ser prisioneros del mismo.[12] En el marco familiar, donde trabajan juntos el hombre y la mujer, es la reflexión perfecta de lo que es Dios y para demostrarle al mundo como Dios es.

Orientación Transgénero

Durante los últimos diez o quince años nuestra generación ha experimentado cambios en extremo notorios en el área de la sexualidad humana.[13] Cada vez son más, las personas involucradas en promover la libertad sexual. A través de medios de comunicación, redes sociales, o protestas, las personas transgénero buscan que sus voces sean escuchadas. El movimiento LGBTTI busca cambiar el lenguaje y disolver así la identidad sexual.[14] Siendo este el principal movimiento que lucha contra la discriminación con problemas de orientación sexual, se ha convertido en el símbolo de toda persona transgénero. El problema con la homosexualidad es que no se han encontrado algún factor genético que demuestre que los problemas de orientación sexual estén relacionados un mal desarrollo. La ciencia y la razón parecen chocar en este punto. Ya que, si el problema no se encuentra biológico o genéticamente, las posturas y los argumentos de las personas transgénero, no tienen validez a la luz de la ciencia. Lo más sorprendente, es que nunca en la historia se había visto el caso tan extremo y dramático cambio en la cultura que fue sacando de la ecuación los valores, mayormente en los últimos 50 años. En no hablar e instruir a los hijos en este aspecto, puede ser también un factor que de no llevarse a cabo puede provocar problemas cuando estos niños sean adultos. Como vemos en la actualidad, el silencio no solo generó ignorancia y distorsión; también hizo que las generaciones futuras no estuvieran preparadas para la ola destructora de libertad sexual que se avecinaba.[15] El tratar el tema de la sexualidad con los hijos puede marcar una diferencia en su desarrollo y crecimiento en una cultura que está en constante cambios.

Feminismo y Lesbianismo

El feminismo es un movimiento político social que se originó a finales del siglo XVIII y tiene como objetivo reivindicar los derechos de la mujer. Además del movimiento de la revolución sexual, se encuentran otros factores que han afectado mayormente a las mujeres, desde la discriminación, la falta de igualdad, la desvalorización y el abuso han sido las detonantes para el movimiento feminista. En la década de los cincuenta, la idea de familia incluía a un padre que proveía y a una madre que cuidaba el hogar y educaba a sus hijos, así unidos levantaban la familia. Pero hemos visto un fenómeno de transformación que comenzó, en las dos décadas siguientes, con la segunda ola del feminismo. Hoy estamos viviendo las consecuencias de la tergiversación del diseño de Dios.[16]

Un padre que es emocionalmente distante de sus hijos podría provocar que se refugien en su madre para encontrar seguridad, sobre todo cuando ese padre es abusivo en lo físico o en lo emocional. La niña por otro lado, podría crecer pensando que los hombres no son confiables, porque si el varón que más debería amarla (su padre) exhibe ese comportamiento, ¿Qué puede esperar del resto de los hombres?[17] Esto puede generar desde temprana edad, un sesgo cognitivo, creando en la mente de la niña una realidad subjetiva que le impide ver las cosas como realmente son. Este lente distorsionado puede como consecuencia llevar a las mujeres a relacionarse con personas con el mismo patrón de conducta vivido en su infancia. Por esta razón, muchas mujeres no se dan cuenta que sus enfermedades o problemas en su personal, que, “no tienen explicación”, son la consecuencia del trauma emocional que vienen sufriendo por tanto tiempo.

Otro común denominador que se identifica tanto en los homosexuales, como en las personas transgénero como en las lesbianas son las violaciones. Existen menos estudios en el caso de las lesbianas, pero parece que el abuso sexual es un patrón frecuente en la historia de las mujeres con tendencia homosexual, el abuso puede ser físico, sexual y/o emocional.[18] El abuso sexual en mujeres es la causa más fuerte que desencadena desagrado por el hombre, y tiende a tener cierta inclinación por alguien de su mismo sexo. Mayormente si esto ocurre a temprana edad, los traumas emocionales pueden desencadenar otro tipo de conductas que llevan a la mujer afectada a encontrar cierto refugio y afecto en otra mujer.

El problema del feminismo como el lesbianismo nos afecta a todos. Ni por cultura o tradición o religiosidad debe menospreciarse a la mujer, sino debe ser tratada con honra, respeto y amor. El movimiento social feminista ha buscado promover la igualdad de oportunidades para las mujeres. En las sociedades tradicionalmente machistas o patriarcales, su objetivo principal es la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. La Biblia no denigra a la mujer, sino por lo contrario, vemos que en ella fue creada de tal manera, que forma parte del hermoso diseño de Dios, no solamente para el hombre o la creación, sino para formar parte de Su plan glorioso.

Poligamia

El término “poligamia” implica que una persona tiene más de un compromiso matrimonial o que un hombre tiene muchas mujeres.[19] Aunque en las Escrituras encontramos algunos casos de poligamia (Deut 17:17; Jue. 8:30; 1 Re. 11:1-8), debemos dejar en claro que este nunca se ha considera dentro del plan de Dios para la humanidad. En la actualidad hay culturas llevan a cabo esta práctica, simplemente es el resultado de tener un desconocimiento de Dios y de las Sagradas Escrituras. Como consecuencia, todos los involucrados en la práctica polígama, han sufrido dolor, represalia, abusos, desmoralización, pero sobre todo, una decadencia espiritual. La voluntad de Dios para el matrimonio es de una relación monógama entre un hombre y una mujer. Este cuadro lo vemos establecido explícitamente en el N.T., Pablo, quien fue un apóstol y lider de la iglesia, el tener conocimiento de las Escrituras, de la revelación que recibió de parte de Dios, indicó que cada líder, ya sea pastor, anciano, diacono o simplemente miembro de la iglesia, debía ser “marido de una sola mujer” (1 Tim 3:2; 3:12; Tit. 1:6). Tal y como fue desde el principio con la primera pareja en el mundo, el principio sigue vigente hasta el día de hoy.

Aunque Dios permitió la poligamia en el AT, sabemos que el matrimonio monógamo es el modelo de familia establecido para la humanidad. Sobre todo, porque la poligamia es una desviación del patrón original del matrimonio; y esto refleja, en última instancia, una distorsión del evangelio.[20] Aunque es demasiada la influencia del mundo en nuestras vidas en la actualidad, la Biblia es el filtro para dirigir nuestras vidas, nuestro caminar y la guianza para el matrimonio monógamo entre el hombre y la mujer, el cual es la aprobación y el modelo para ser luz en un mundo caído.

Solo El Evangelio Nos Da Esperanza

Un sesgo cognitivo puede afectar la manera en como vemos a Dios, al mundo y cómo nos vemos a nosotros mismos. Después del movimiento de la revolución sexual en la década de los sesentas ha traído como efecto, que las nuevas generaciones tengan una idea errónea del marco familiar implementado y establecido por Dios. Aunque los ateos dicen que nadie puede demostrar la existencia de Dios, es imposible negar la evidencia que Dios ha revelado de Sí mismo a la humanidad para darse a conocer. Para los problemas morales que la sociedad enfrenta el día de hoy, solo el mensaje del evangelio le brinda esperanza una humanidad perdida. Para poder ayudar al homosexual es importante que el orientador provea una atmósfera de aceptación y no de crítica. El crecimiento espiritual convence al hombre de sus actos homosexuales y también lo capacita para vencerlos.[21] La mayoria de ellos nunca han conocido a un cristiano amable, que no juzgue, y que no tenga el valor de compartir el amor de Dios y su plan de perdón y vida eterna.[22] El que las personas tengan problemas de identidad sexual, ya sea homosexuales o lesbianas o personas transgénero, no es razón para discriminarlos o señalarlos, sino es nuestro deber que a través de nuestro trato ellos puedan sentir el corazón de Dios.

Aunque está más que claro que la sociedad moderna se alejó de Dios y, donde no hay un dador de la ley, las personas concluyen que están libres para hacer lo que piensen que está bien a sus propios ojos.[23] El traer de nuevo a Dios a la ecuación, le permite al hombre redescubrir el propósito, el valor y el significado de su vida, ya que por sí mismo, es imposible hacerlo, solo Dios como Creador, le devuelve al hombre la chispa que su vida necesita para realinearse al plan y a la voluntad de Dios. Aunque muchos pudiesen ser los factores que pueden desencadenar un sesgo cognitivo o una cosmovisión subjetiva, solo la verdad de Dios revelada en el evangelio, clarifica y trae consuelo para todos aquello que lo buscan con sinceridad. El conocimiento de Dios sin el conocimiento de la miseria del hombre engendra orgullo, y el conocimiento de la miseria del hombre sin el conocimiento de Dios genera desesperación, pero el conocimiento de Jesucristo le proporciona al hombre el conocimiento de ambos simultáneamente.[24] Este conocimiento conecta lo divino con lo terrenal. El llegar al conocimiento del Hijo de Dios Jesucristo, redefine lo que somos con lo que Dios es. Todos necesitamos ayuda y la misma gracia de Dios está a nuestro alcance, pero necesitamos ponerlo sobre la mesa y amar mucho a la gente, para que la verdad y el amor vengan en el mismo paquete.[25] Siendo esto así, podemos abrazar la verdad del evangelio que nos dice: Con Dios todo es posible (Mat. 19:26).


Bibliografía

[1] Chip Ingram, Choque Cultural (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2015), 19.

[2] Miguel Núñez, Ética Cristiana: Como Navegar en Tiempos Turbulentos (Nashville, Tennessee: Editorial B&H Publishing Group, 2020), 184.

[3] J. Warner Wallace, Cristianismo Caso Resuelto (Colorado Spring, Colorado: Editorial Bautista Independiente, 2019), XV. 

[4] David K. Clark, Método Teológico Para Conocer Y Amar a Dios (Salen, Oregón: Publicaciones Kerigma, 2021), 217.

[5] J. P. Moreland y William Lame Craig, Fundamentos Filosóficos Para Una Cosmovisión Cristiana (Salem, Oregón: Publicaciones Kerigma, 2018), 17.

[6] J. Kerby Anderson, Respuesta a los Dilemas Morales de Hoy (Puebla, México: Ediciones de las Américas A.C., 2005), 223.

[7] Catherine Scheraldi de Núñez y Miguel Núñez, Revolución Sexual: Una perspectiva Bíblica Y Un Análisis Médico (Nashville, Tennessee: B&H Publicaciones Group, 2018), 145.

[8] J. Kerby Anderson, Respuesta a los Dilemas Morales de Hoy (Puebla, México: Ediciones de las Américas A.C., 2005), 233.

[9] J. Kerby Anderson, Respuesta a los Dilemas Morales de Hoy (Puebla, México: Ediciones de las Américas A.C., 2005), 234. Estas experiencias varían desde el abuso sexual (por parte de un homosexual y/o miembro de su familia, hasta una experiencia placentera temprana en la niñez). Al tratar de entender los sentimientos que surgieron de esa experiencia, el niño comienza a actuar basado en ellos y busca más experiencias similares. 

[10] Catherine Scheraldi De Núñez y Miguel Núñez, Revolución Sexual: Una Perspectiva Bíblica y Un Análisis Médico (Nashville, Tennessee: B&H Publicaciones Group, 2018), 14.

[11] Catherine Scheraldi de Núñez y Miguel Núñez, Revolución Sexual: Una perspectiva Bíblica Y Un Análisis Médico (Nashville, Tennessee: B&H Publicaciones Group, 2018), 25.

[12] Rick Warren, Una Vida Con Propósito (Miami, Florida: Editorial Vida, 2003), 27.

[13] Catherine Scheraldi de Núñez y Miguel Núñez, Revolución Sexual: Una perspectiva Bíblica Y Un Análisis Médico (Nashville, Tennessee: B&H Publicaciones Group, 2018), 103.

[14] Miguel Núñez, Ética Cristiana: Como Navegar en Tiempos Turbulentos (Nashville, Tennessee: Editorial B&H Publishing Group, 2020), 177. 

[15] Chip Ingram, Choque Cultural (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2005), 51.

[16] https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/confusion-sobre-sexualidad/ 

[17] Miguel Núñez, Ética Cristiana: Como Navegar en Tiempos Turbulentos (Nashville, Tennessee: Editorial B&H Publishing Group, 2020), 153. En otras ocasiones, una madre que no respeta a su esposo podrá influenciar de manera negativa a su hija y provocar que rechace a los hombres. La madre puede comunicar con sus palabras o con sus acciones un mensaje como: “no necesitas a un hombre”, o ¿Para qué sirven los hombres? Es posible que una niña rechace al sexo opuesto y se refugie en otra mujer, pensando que los hombres no brindan seguridad.

[18]  J. Kerby Anderson, Respuesta a los Dilemas Morales de Hoy (Puebla, México: Ediciones de las Américas A.C., 2005), 234. Cuando el abuso proviene de un hombre, la mujer lo cataloga como tirano y trata de evadirlo. Cuando proviene de una mujer, puede crecer anhelando el amor y protección femeninos que nunca recibió.

[19] https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/que-dice-la-biblia-sobre-la-poligamia-preguntas-biblicas/

[20] https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/que-dice-la-biblia-sobre-la-poligamia-preguntas-biblicas/

[21] Esdras Betancourt, Introducción a la Psicología Pastoral (Barcelona, España: Editorial CLIE, 1994), 136.

[22] J. Kerby Anderson, Respuesta a los Dilemas Morales de Hoy (Puebla, México: Ediciones de las Américas A.C., 2005), 121.

[23] Miguel Núñez, Ética Cristiana: Como Navegar en Tiempos Turbulentos (Nashville, Tennessee: Editorial B&H Publishing Group, 2020), 156.

[24] William Lame Craig, Fe Razonable: Apologética y Veracidad Cristiana (Salem, Oregón: Publicaciones Kerigma, 2017), 68.

[25] Chip Ingram, Choque Cultural (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2005), 101.

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