Soltero Después De Los 30… Qué hacer durante esta travesía
1 julio, 2023 – Hernan Gonzalez
Llegar a la edad de 30 años, provoca un conflicto y un miedo existencial en muchos de nosotros, pero el llegar solteros implica más que solo un temor existencial sino a su vez también emocional. En el mundo secular, la edad ha sido estandarizada por ciertos parámetros y normas ajustadas a ciertos periodos de tiempo en los cuales una persona para cierta edad ya debió haber cumplido o tenido alguna cosa en particular. Lo que esto ha provocado en las generaciones más jóvenes y en los no tan jóvenes, es actuar de forma impulsiva ante la relatividad el tiempo, para lograr lo que sea estimado a toda costa sin mencionar las consecuencias que esto pueda traer.
Dentro del área eclesiástica, es poco común que se trate el tema de la soltería por parte de los líderes, y quizás la razón de esto es porque la imagen de una iglesia es el matrimonio y la familia pastoral y por lo general y por los protocolos en los concilios, los líderes son personas realizadas personalmente. En el peor de los casos, la religiosidad de algunos líderes como en personas que forman parte de una congregación ha llegado a satanizar la soltería, olvidando por completo que en algún momento de sus vidas también vivieron esta etapa que algunas veces se vuelve tan compleja y a la vez difícil.
En un mundo donde somos bombardeados por las diferentes plataformas sociales y medios de comunicación o por cualquier otra tendencia, promueven un marco distinto al que ya fue establecido en las Escrituras, ha llevado incluso a los cristianos a relacionarse con personas no solamente fuera del plano eclesial sino también fuera del tiempo perfecto de Dios.
Quizás mi historia no sea muy diferente a la tuya, pero pueden ser muchas las razones por las cuales sigues soltero a esta edad. Relacionalmente hablando, las heridas y desilusiones de nuestro pasado nos han marcado tan significativamente que hemos llegado a creer que viviremos infelizmente el resto de nuestras vidas. Nuestras malas decisiones, nuestros caprichos carnales han llevado a muchos de nosotros no solo a dañarnos física y emocionalmente, sino al grado de dañar nuestra vida espiritual, nuestra relación con nuestro Padre celestial. Como consecuencia creamos un mundo de fantasía y de nostalgia cuando en realidad ese sesgo cognitivo no nos deja ver con claridad, que aun y a pesar de nuestros errores el plan maravilloso de Dios sigue en pie y es mucho más grande de lo que llega alcanzar nuestra comprensión (Jer. 29:11).
Reexamina Tu Corazón.
El descontento y la desilusión hacen su aparición en la vida del soltero cuando este comienza a buscar amor, gozo e importancia en una persona y no en Dios, nos convertimos en miserables no porque estemos solteros, sino porque muchos de nosotros pensamos que el matrimonio es lo que finalmente nos hará felices.[2] La incertidumbre de un futuro incierto da como resultado el llenarnos de angustia, volviéndonos inseguros y temerosos, y sobre todo dejando en duda la bondad y la dadiva de Dios.
Cristianizamos cualquier tendencia que se haya vuelto popular en el momento, biblificamos cualquier idea secular relacionada al amor de pareja para tratar de retroalimentar nuestra sed de amar y de sentirnos amados. Buscamos a como dé lugar el poder hacer realidad nuestra historia de amor sin importarnos nada. Aun viniendo de relaciones fallidas y con daño emocional, buscamos darle solución a nuestra vida sentimental creyendo que al encontrar a la pareja perfecta y satisfacer esta parte solucionará todo en nuestra vida. Buscamos recibir el amor que tanto esperamos cuando ni siquiera tenemos amor propio y ni mucho menos tenemos amor para dar.
En nuestra desesperación muchos hemos caído en esto, haciéndonos más daño a nosotros mismos, dañando a otras personas y deteriorando nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios, y la lista de corazones rotos se agiganta cada día. El mundo nos ha vendido una idea equivocada sobre lo que es el amor, creyendo que el amor es como en las películas, en las novelas, en las series de televisión o que para encontrar a la pareja perfecta hay que realizar un viaje en el tiempo para reencontrarte con quien siempre fue el amor de tu vida. Pero amigo(a) esto no es así, eso jamás sucederá de este lado del cielo.
Hemos malgastado nuestras emociones, hemos perdido un lapso de nuestras vidas que nunca recuperaremos y hemos llegado a amar por las razones incorrectas. Si el día de hoy yo tengo la capacidad de amar, no es por mi propia naturaleza, sino porque Dios me amó primero (1 Juan 4:19), y lo único que ahora hago es manifestar ese amor que me fue dado desde antes de la creación del mundo hacia los demás (Ef. 1:4-5). La respuesta al amor que ya hemos recibido de parte de Dios es el caminar en la senda de la verdad y de la justicia entendiendo que mi mayor fin al ser un ser creado a la imagen de Dios, es amar a Dios con todas tus capacidades y cualidades, y con todo tu ser para traerle gloria a ese amor que lleva Su nombre.
¿Qué Puedo Hacer Durante Mi Jornada Como Soltero?
Lo primero que hay que hacer si nos encontramos en el valle de la sombra y la soledad y de la confusión, es volver a nuestro primer amor. Dios nos amaba a pesar de nuestra infidelidad y de siempre dejarlo en segundo plano. Nos ama incondicionalmente y nos ha revelado este amor en Su Hijo Jesucristo quien fue quien nos amó hasta la muerte. El volver a tu primer y verdadero amor te permitirá sanar todas tus heridas del pasado cubriéndolas con Su sangre y poder experimentar una llenura del Espíritu Santo para poder estar pleno y totalmente restaurado en Él.
Aunque las Escrituras no hablan explícitamente de la soltería en particular, lo que si descubrimos es que muchos de los autores bíblicos, así como personas registradas en la historia bíblica, el ser solteros no fue un impedimento para ser usados por Dios. Trabaja en donde Dios te ha llamado y donde Él te ha puesto. No comparando tu vida con la vida de otros solteros, o con las personas de tu misma edad que ya se encuentran casados o con una vida realizada. Dios tiene un propósito y un tiempo determinado para cada persona, muy en especial en aquellos que lo aman.
El verdadero reto de la soltería está en el de redescubrir en el propósito máximo que como seres creados a su imagen y semejanza tenemos (Gén. 1:28), traerle gloria y honra a Dios con nuestra manera de vivir, mayormente en esta etapa de nuestras vidas en la que podemos aprender a estar plenos y satisfechos en Cristo.
Ni tu ni yo conocemos el futuro, no tenemos ni idea de lo que ha de acontecer el día de mañana, pero a pesar de esta deficiencia no es razón para vivir con incertidumbre ni con el miedo de que quizás no puede llegar nada bueno el día de mañana. Dios es omnisciente y este rasgo característico y único de Su naturaleza debe ser una gran razón para tener nuestra total dependencia de Él, ya que además de conocernos a la perfección, sabe que es lo mejor para mí y para tí para el día de mañana.
El mejor y gran paso que el día de hoy puedes dar en tu soltería, es poner tu vida ante Dios y al servicio de Su Obra.
Comentarios
Publicar un comentario